Buenos días a todos, en esta oportunidad quiero compartir con ustedes como fue mi experiencia durante el recorrido por el módulo 2.
En el mismo, nos encontramos con la siguiente pregunta…
¿Para qué evaluar?
Frente a este tipo de preguntas, nos
enfrentamos a nuevos cuestionamientos y a una multiplicidad de respuestas que tienden en
algunos casos, a ayudarnos a mejorar nuestras prácticas docentes y en otros, a llevarnos
a reformular nuestras prácticas evaluativas para que exista una relación
directa entre lo que estamos evaluando y lo que en verdad queremos evaluar. En mi
experiencia, tarea para nada sencilla.
Por otra parte, y como lo expresa Manuel Area en su video “¿Qué es evaluar? Tipos de evaluación”.
Evaluar no significa sólo
calificar. La evaluación debe ser un proceso, conformado por un comienzo, un recorrido
y un desenlace, que muestre una marcada coherencia entre lo que se está enseñando
y lo que se espera que los estudiantes hayan aprendido. Asimismo, el proceso
evaluativo debe ser formativo, es decir, el docente debe ser capaz de poder proporcionar
valoraciones que ayuden a los estudiantes a mejorar su resultado final, donde
el error forme parte del aprendizaje.
Otro de los interrogantes con los que
nos encontramos durante la evaluación son:
¿Quiénes evalúan?, ¿Cómo hacerlo?
En este aspecto, tanto Manuel Area como
Linda Castañeda, coinciden en que el proceso de evaluación debe ser continuo y
significativo, es decir, el mismo debe iniciarse desde el inicio del cursado a
través de la evaluación diagnóstica de ideas o saberes previos que poseen nuestros
estudiantes, ya que esto nos ayudará a organizar mejor nuestros contenidos y tareas. Así, podremos avanzar con la evaluación continua, la cual ocurre durante el
proceso de producción de actividades por parte de los estudiantes, en donde el
docente debe indicar cuáles son las fortalezas y debilidades de los estudiantes,
acompañadas de ejemplos y guías que contribuyan a que el estudiante se interese
en el tema y que lo motiven a mejorar sus trabajos o actividades.
Por último, el concepto de evaluación formativa debe desarrollarse en el entorno de la retroalimentación, esto es así, ya que como lo expresa Rebeca Anijovich en su video “El valor formativo de la retroalimentación” nos ayuda a responder y comprender si nuestra propuesta de evaluación cumple con los objetivos que propusieron al inicio de la cátedra, así como también, nos permite valorar y responder acerca de ¿Cómo estoy yendo?... para saber que ayudas o nuevos recursos debo incluir en mis clases, así como también para poder comprender como debo seguir, considerando hacia donde quiero llegar.
En este contexto, la retroalimentación debe
ser clara, la misma debe destacar y valorar los aspectos positivos de las
tareas presentadas por los estudiantes y resumir de forma sintética que aspectos realmente relevante deben ser
modificados, para que podamos ayudar a mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Por lo tanto,
deberíamos seguir el protocolo S.E.R. de la evaluación.
- Seguir haciendo: señalar que está bien
- Empezar a hacer: señalar que debe empezar a hacer ya
que no lo estaba haciendo,
- Revisar: indicar que debería modificar o volver a
hacer.
Les envío un caluroso saludo
Mario




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